martes, 11 de julio de 2017

Los gatos suicidas quieren vivir

Cierto es que hubo dos veranos en que los gatos suicidas hicieron de nuestro barrio su lugar favorito para mostrarse destripados, fuese tras atropellos, peleando entre ellos a sabiendas de los desenlaces o alimentándose de lo más tóxico posible que encontraban en la basura.

Sin embargo, este verano pintaba diferente, e incluso los gatos tenían otra mirada y parecían ansiosos por vivir. Enseguida, nos vinieron a la mente las últimas tormentas, tan terroríficas como bellas y purificadoras. Mucha agua, mucho ruido y un final perfecto: la calma, el aire limpio y mininos totalmente apaciguados.

Nosotros también tomamos el verano como un reto para conseguir algunos títulos que se habían quedado como ideas en un tintero que hoy caía en el contenedor, ese mismo contenedor de donde entraban y salían productos tóxicos en años pasados por estas mismas fechas.




Seguimos en España, pero Inglaterra se deja querer, Francia no da señales de vida y Estados Unidos sigue encajando en algún momento de nuestro futuro. Tanto esfuerzo por estabilizar la mente y sentirnos bien con nosotros mismos tras esas carreras bajo la lluvia, parecen dar unos resultados excelentes.

Es posible que los gatos del barrio nos echen en falta, pero vendrán más tormentas de verano.