martes, 3 de enero de 2017

Parte de un diario vampírico

Tras un verano intenso, un otoño extraño y una cruda Navidad, he visto la botella medio llena y no medio vacía, tal vez porque aún puedo correr cinco kilómetros, puedo pasar por el portal 33 sin temor a una decepción y la posibilidad de trabajar en las mañanas puede convertirse en un hecho.

Mi tez sigue siendo muy pálida, mis ojeras han vuelvo a convertirse en hoyos morados bajo mis ojos, pero a pesar de todo mi mente ha vuelto a clasificar algunas metas.

Me sigue gustando la noche, no en el sentido festivo, sino en el de la inspiración literaria y el sabor de esos cuellos a los que sus dueños no pusieron bufandas antes de salir a pasear por las frías calles de Londres.

Sigo esperando mi  momento, como cada año antes de febrero, sí, me alimentaré sin miramientos, sin ningún tipo de piedad, y aquellos ascensores volverán a tener sus suelos manchados, pues la sangre hará pequeños, rojos y llamativos charcos.

Sin ningún respeto sobre la llegada de la primavera, éste será mi invierno. No dejaré de escribir sobre cada una de mis hazañas nocturnas, y en cada pequeño corazón de escorpión habrá una lágrima mía, pues habré saciado mi apetito a costa de quienes tuvieron la mala fortuna de cruzarse conmigo. No siempre fui así, y por ello son mis recuerdos de humano los que pasan de un simple gimoteo.


A partir de ahora, es el tiempo el que apremia y debo aprovecharlo, con prisa, con ansia, sin pausa, sin mirar atrás, pues cuando llegue la primavera mi instinto vampírico se reducirá al de un pobrecillo que no consiguió la dosis necesaria para sobrevivir un año más. El sol me cegará si salgo en busca de víctimas en el día, y el calor me derretirá los huesos si lo hago en la noche. Dependo de este invierno.

2 comentarios:

  1. Vaya, es muy interesante que un vampiro tenga esos problemas, nunca lo imagine así.
    Vendré a ver como continúa.
    ¡Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola María,
      Sí que es un vampiro peculiar, sí.
      Muchas gracias por tu comentario,

      Jorge

      Eliminar